La potencia irremplazable de la excavadora de cadenas en condiciones de trabajo extremas
La potencia irremplazable de la excavadora de cadenas en condiciones de trabajo extremas
Conquistando terrenos extremos · Especialistas en trabajo pesado · La columna vertebral de la infraestructura global. La excavadora de cadenas demostró su dominio en condiciones de frío extremo al tender gasoductos en Siberia, Rusia. En la tundra a -45 °C, el sistema hidráulico de los equipos convencionales está prácticamente paralizado, pero nuestra excavadora de cadenas mejorada sigue funcionando gracias a su fórmula de aceite hidráulico de baja temperatura y al sistema de precalentamiento. La placa de oruga ensanchada reduce la presión sobre el suelo a 0,25 kg/cm², excava con estabilidad una zanja de 3 metros para tuberías en zonas pantanosas con nieve profunda, y un solo equipo avanza 23 kilómetros al mes, convirtiéndose en el pionero de la arteria energética en el Círculo Polar Ártico.
La construcción de una base para tanques de almacenamiento de petróleo en el desierto de Oriente Medio destaca sus ventajas para operar con cargas pesadas. En condiciones de tormenta de arena, el equipo debe completar la excavación de un pozo de cimentación de 12 metros de profundidad en arenas movedizas. El mecanismo rotatorio totalmente sellado de la excavadora sobre orugas bloquea eficazmente la entrada de arena y polvo, y el diseño optimizado del peso permite que el equipo de 35 toneladas opere con estabilidad el martillo triturador de 8 toneladas. La descomposición continua de las capas de arenisca, manteniendo cero el riesgo de vuelco del equipo, le valió el Premio de Oro a la Seguridad de Contratistas EPC.
Cuando los desafíos de ingeniería superan los límites convencionales, ya sea en terrenos congelados, pantanos, pendientes pronunciadas o arenas movedizas, las excavadoras de cadenas son la solución definitiva para operaciones de alta resistencia, alta estabilidad y en cualquier clima. Su sistema de orugas proporciona una adherencia ultrarresistente y una presión ultrabaja sobre el suelo, lo que está redefiniendo los límites de la transformación humana de la naturaleza.